Me considero bastante afortunada con esto de la inspiración, ya que las musas no suelen ser recelosas al momento de visitarme y, constantemente, actúan con simpatía —al menos hasta la fecha—.
Sin embargo, aquí vienen algunos detalles que nunca sobran y que, por supuesto, te pueden servir a ti.
La inspiración es juguetona la mayoría de las veces y a veces llega de improviso. Una canción, un paisaje, un aroma, una emoción, una escena… La vida misma es fuente de inspiración y cuando te pica el gusanillo de crear, ¡crea!
El resto del tiempo lo puedes invertir en otras cosas o en crear disciplina —que siempre viene bien—.
¡Hablando de disciplina! La procrastinación es uno de mis males mayores. Dejar todo para después es un mantra que no quiero repetir, pero que me cuesta mucho dejar.
Por esa razón, cuando deseo escribir, no me lo pienso demasiado. Me pongo frente al ordenador y ¡manos a la obra! Así me evito querer ir por agua, mirar las redes, responder ese mensaje, mirar ofertas que igual no voy a aprovechar y un largo etcétera.
Suele suceder que, si consigo ese “manos a la obra”, las historias que quiero contar empiezan a teclear por mí.
A título personal, la música es la mejor de mis amigas cuando de relajarme se trata y la mayor enemiga de mi rendimiento creativo.
Admiro a quienes pueden concentrarse con música de fondo. Yo termino, por norma general, siendo una pop star imaginaria o bailando como suelo hacerlo cuando nadie me ve.
Diagnóstico: música y concentración para escribir INCOMPATIBLES.
Gracias a ustedes que escriben; por las historias, por el amor, por los sueños, por el poder, por los poemas, por la fantasía. Gracias por la magia. Gracias por los besos imaginarios que se sintieron reales. Gracias por la inspiración. Gracias por la rebeldía. Gracias por los nudos en la garganta, por el deseo escondido y por el deseo mostrado. Gracias por las risas. Gracias por el transitorio llanto. Gracias a ustedes que escriben; por obsequiarnos tantas vidas. Por la dulzura y la bendición de su compañía. Por cada letra, pro cada tecla, por cada frase, por cada rima.