MI FORMA DE ESCRIBIR

Me considero bastante afortunada con esto de la inspiración, ya que las musas no suelen ser recelosas al momento de visitarme y, constantemente, actúan con simpatía —al menos hasta la fecha—.
Sin embargo, aquí vienen algunos detalles que nunca sobran y que, por supuesto, te pueden servir a ti.

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  • DEJAR QUE FLUYA

    La inspiración es juguetona la mayoría de las veces y a veces llega de improviso. Una canción, un paisaje, un aroma, una emoción, una escena… La vida misma es fuente de inspiración y cuando te pica el gusanillo de crear, ¡crea!
    El resto del tiempo lo puedes invertir en otras cosas o en crear disciplina —que siempre viene bien—.

  • NO PROCRASTINAR

    ¡Hablando de disciplina! La procrastinación es uno de mis males mayores. Dejar todo para después es un mantra que no quiero repetir, pero que me cuesta mucho dejar.
    Por esa razón, cuando deseo escribir, no me lo pienso demasiado. Me pongo frente al ordenador y ¡manos a la obra! Así me evito querer ir por agua, mirar las redes, responder ese mensaje, mirar ofertas que igual no voy a aprovechar y un largo etcétera.
    Suele suceder que, si consigo ese “manos a la obra”, las historias que quiero contar empiezan a teclear por mí.

  • MÚSICA FUERA

    A título personal, la música es la mejor de mis amigas cuando de relajarme se trata y la mayor enemiga de mi rendimiento creativo.
    Admiro a quienes pueden concentrarse con música de fondo. Yo termino, por norma general, siendo una pop star imaginaria o bailando como suelo hacerlo cuando nadie me ve.
    Diagnóstico: música y concentración para escribir INCOMPATIBLES.

MI EQUIPO DE TRABAJO

MIS HERRAMIENTAS PRINCIPALES

Gracias a ustedes que escriben; por las historias, por el amor, por los sueños, por el poder, por los poemas, por la fantasía. Gracias por la magia. Gracias por los besos imaginarios que se sintieron reales. Gracias por la inspiración. Gracias por la rebeldía. Gracias por los nudos en la garganta, por el deseo escondido y por el deseo mostrado. Gracias por las risas. Gracias por el transitorio llanto. Gracias a ustedes que escriben; por obsequiarnos tantas vidas. Por la dulzura y la bendición de su compañía. Por cada letra, pro cada tecla, por cada frase, por cada rima.

Liz Cardona

CÓMO HACERLO MEJOR

TRES ACCIONES FUNDAMENTALES

Escribe constantemente

Es importantísimo tener una disciplina escritora. Al fin y al cabo, La experiencia hace al maestro, dicen por ahí. Escribir con regularidad te permitirá perder el miedo a enfrentarte a las hoja en blanco, además de ayudarte a perfeccionar la manera en la que plasmas tus ideas, propinarte más soltura y velocidad a la hora de escribir y ayudarte a dar los siguientes pasos, básicamente, porque el primero ya lo estás dando.

Sé un buen lector

Siempre se ha dicho que un buen escritor es, por lo general, un buen lector. La lectura invita a la imaginación y permite que la mente viva la “realidad” que otorga la literatura. Esto, por supuesto, te hará crecer como autor y te ayudará a encontrar tu propio estilo y a reconocer los géneros en los que te encuentras más a gusto. Además, es un plan maravilloso tener y disfrutar tus momentos de buenas lecturas.

Deja que tu imaginación vuele

La mejor manera de crear es imaginando. Es bien sabido que toda creación primero fue una idea. Sabiendo esto, ¡por qué no dejar que tu imaginación vuele y convertirla en tu mejor aliada al momento de escribir! Si te resulta más sencillo, plasma en papel o en el ordenador aquellas cosas que se te ocurran. Ya irás dándoles forma o, si no consigues darles la forma y la vida que esperabas, al menos te queda una sensación tan poderosa como la de aquel que imagina mundos en donde hasta lo imposible se puede alcanzar.